Que Vivan los Toros...!

Si, tal como lo escuchan, mi cariño y respeto por los animales se lo debo a mis padres. Cuando mis hijos aun no entraban a la escuela, decidí diseñar e imprimir unos cuantos cientos de stickers para pelear la causa. Un día de diciembre, en plenas fiestas de Quito, acudimos a los exteriores de la Plaza de Toros con mi esposa y mis hijos, armados con fajos de stickers para obsequiar a los transeúntes, a quienes hacían fila para ingresar a la "corrida de toros" y para pegar en los autos de aquella cuadra... por supuesto que mis hermanos me habían advertido de que sería exponerse ante una posible reacción violenta por parte de los taurinos... la verdad, agotamos casi todos los stickers aquella mañana y para nuestra sorpresa la mayoría de gente recibía la iniciativa con buenos ojos, incluyendo unos cuantos que habían comprado las entradas a los eventos taurinos. Nunca recibimos un insulto de nadie, lo cual si me llamó la atención.

Aquella mañana pude advertir una cosa... cientos de espectadores de la "corridas de toros" acuden simplemente sin haber reflexionado sobre la crueldad y falso espectáculo que con bombos y platillos anuncian cada vez que se viene la "fiesta brava"

Esto ya hace 30 años... gracias a Dios se logró finalmente erradicar esta barbaridad mal llamada arte, tradición o folklore. ...pero la arrogancia del hombre aun permanece en la sociedad al ver locales de venta de mascotas, aves, peces y hasta roedores... en fin.

El único recuerdo tangible de aquella experiencia en la Plaza de Toros Quito, son dos stickers que los pegué en la caja de revisión térmica de mi casa... de tal modo que cuando alguien los ve, tengo un motivo para contar de aquella anécdota, y del porqué para mi la frase "Vivan los Toros" tiene sentido.