Gigantografía o Impresión de gran Formato.

hace poco mas de 3 décadas, cuando aun no entraba esta tecnología, recibimos una propuesta de "Artefacta" para colocar una imagen gigante en su local principal de Guayaquil... yo había leído sobre las nueva máquinas de impresión digital que ya se estaban fabricando pero, los costos eran muy elevados para nuestro medio. Aceptamos y firmamos el contrato, lo haríamos en partes y las ilustraciones con cuadrícula a escala.

Realmente fue un reto espectacular y gratificante, pues luego de una semana (en una pieza única) dibujando a mano, preparando colores, pintando con soplete y cosiendo las telas para unirlas, nos trasladamos a la ciudad portuaria.

La instalación fue otro reto ya que en esa época no se acostumbraba realizar ni instalar este tipo de productos, subimos a la terraza y desde allí dejamos caer la tela... parecía un parapente, se inflaba con facilidad por el viento, pero una vez asegurada, quedó espectacular...! Esta se convertiría en la puerta de entrada para decenas de trabajos de gran formato, lo que nos condujo a adquirir equipos de impresión con tecnología de punta.

El cliente, como no podía ser de otra manera, quedó fascinado y nos contrató para fabricar mas de ellas.

Este trabajo lo recuerdo con lujo de detalles, quedó plasmado en mi memoria seguramente por la importancia y reto que nos significó. Hoy las llamamos gigantografías, estamos tan acostumbrados a estos términos y a la facilidad con la que se realiza que, parecería que nunca existieron pioneros que aceptaron el reto.

En este pequeño párrafo quiero rendir homenaje a mi equipo de trabajo de aquel entonces, muchachos alegres y entusiastas que se unieron venciendo los temores propios de enfrentarse a lo desconocido... suena como una escena de película de terror, creo que fueron los rostros de cada uno de los muchachos al ver que tenía en mis manos un contrato firmado... y con fecha de entrega.